NOMBRES EN ESPAÑOL
Si su nombre es español, debe escribirse según las normas aplicables a cualquier otra palabra del idioma. Por ejemplo, Juan es sin tilde por ser monosílabo; Ordóñez es con tilde por ser palabra grave terminada en zeta; Beatriz, Ortiz, Matiz, Falquez se escriben sin tilde porque son palabras agudas terminadas en zeta; Raúl, Esaú, Eloísa, Araújo, Piedrahíta, María son hiatos y por eso deben tildarse.
Luis y Ruiz van sin tilde, pues, según la norma 13 de 1952, el grupo ui se cuenta como una sola sílaba para efectos de acentuación.
Enrique es con una sola ere, puesto que nunca va doble ere entre consonante y vocal. García-Peña conserva el acento del primer componente porque hay guión; Martinezguerra y Araujonoguera pierden las tildes de los primeros componentes porque no tienen guión Algunos nombres conservan la ortografía propia del español antiguo: Xavier, Ximena y Alexandra se escriben con una equis que en el siglo XIII tenía un sonido parecido a la sh inglesa o a la equis portuguesa de Xuxa. Sonido que siglos después había evolucionado algutural que pasó a escribirse con la jota. Otros conservan la doble ese, que fue letra del alfabeto español hasta el siglo XVIII: Panesso, Bossio...
Hay que tener en cuenta ciertos cambios que algunos individuos y algunas familias han querido introducir como distintivos de su identificación. Por ejemplo, el Betancur de Belisario está españolizado, a diferencia del Betancourt francés de muchos de sus parientes; el Córdova del general José María es con uve a diferencia de casi todos los demás Córdobas; hay Caycedo como el de Germán Castro Caycedo y Caicedo como el de Juan Martín; hay Cortés como el de la Chiva , pero, no olviden que lo Cortez no quita lo Cabral . Esas peculiaridades hacen más complejo el problema ortográfico de los nombres propios, pero no significan que no tengan ortografía.
Ahora bien, si las normas de pronunciación se aplican a todas las palabras del mismo idioma, mal podría alguien exigir que, por ejemplo, la jota siempre suene gutural, menos en su nombre, donde debe pronunciarse como ye. Si escribe Jairo, no pretenda que le digan Yairo; si escribe Chocoramo no pretenda que los consumidores le digan Chocorramo; si escribe Aerorepública no exija a los pasajeros que digan Aerorrepública; si escribe Miryam, usted no se llama Miriam sino Miryam (Mir-yam) y si escribe Lucia sin tilde le tendrán que decir Lucia (como Lucio) y no Lucía.
Como en español la hache no suena, han abundado las haches en los nombres femeninos: Helena, en vez de Elena, Martha en vez de Marta, Bertha en vez de Berta y, por supuesto, como hay que ser original , lo contrario, la supresión de la hache, también se da: Noemí en vez de Nohemí y Nora en vez de Nohora. Por eso, a las damas hay que preguntarles no solamente cómo te llamas? sino, además, cómo se escribe tu nombre? . Es parte de la caballerosidad de hoy.
Nombres en otros idiomas Cuando no se trata de nombres españoles, hay que escribirlos con su correcta ortografía según el idioma. Por ejemplo, Stella ( estrella en italiano), John (Juan en inglés), Henry (Enrique en inglés)... Por supuesto, en estos casos, no se aplican las normas fonéticas españolas. No es cortés decirle Jon en vez de Yon a John, o pronunciar Michelsen en vez de Miquelsen el segundo apellido del ex presidente López Michelsen.
No escriba Anderson cuando dirija su correspondencia a Arthur Andersen; ni Hoestch cuando presente su hoja de vida a Hoechst, ni Phillips cuando haga un pedido de bombillas Philips, ni Philips cuando quiera leche de magnesia Phillips. Y cuídese mucho de declararle su amor a Jeannette, si está enamorado de Janeth.
Por: FERNANDO AVILA. El Tiempo.
'Me llamo Venusedanas y quiero que me devuelvan mi nombre'
La historia de los que se cambiaron la identidad y ahora están arrepentidos.
Venusedanas Artemissund Eonaclaires Titaniamoon está arrepentido.
Así aparece identificado en su registro civil Edward Yesid Rodríguez Amaya, quien en septiembre del 2010 decidió cambiarse de nombre a través de una escritura pública. Sin embargo, ahora se lanzó a una batalla jurídica para echar para atrás su decisión, debido a que la legislación colombiana establece que la modificación solo se puede hacer una vez.
Venusedanas cuenta que desde finales del 2009 sufrió un“trastorno mental”, identificado como “ezquizoafectivo”, clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, según él, fue diagnosticado por varios médicos.
En una tutela que llegó en segunda instancia a la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia argumentó que su nuevo nombre se debió a que dicha enfermedad le causó que cambiara su manera de actuar y su aspecto físico, porque creyó que era mujer. Agregó que inscribió el cambio de su identidad en septiembre del 2010 en un “estado de inconciencia”.
Ahora, casi tres años después, Venusedanas Artemissund quiere que le regresen su nombre, básicamente porque comenzó a sufrir depresión y porque se “sentía rechazado por la sociedad” y por su familia, debido a que vestía prendas femeninas. Pero explicó que, tras un tratamiento psicológico, recuperó su “consciencia y personalidad”.
Hoy, dice que, por su nombre, no ha podido conseguir empleo y que no se ha inscrito en una institución académica porque “siente pena que sus compañeros o profesores se burlen de él”. Sumado a esto, su religión no aprueba que se llame como una mujer. Por eso, le pide a la Corte Suprema que le ordene a la Registraduría Nacional del Estado Civil que le devuelva su nombre.
La ley solo lo permite una vez: Registraduría
En el proceso, dicha entidad dice que no puede hacer un nuevo cambio de su identidad porque la ley (artículo 94 del Decreto 1260 de 1970) indica que solamente se puede hacer una vez y le recomienda a Venusedanas que debe adelantar un proceso voluntario “para que este determine cuál es su verdadera identidad”.
El pasado 4 de abril, la Sala Civil de la Corte no le dio la razón a Venusedanas. En el fallo, cuya ponencia es del magistrado Jesús Vall de Ruten Ruiz, se señala que tiene otras opciones jurídicas para hacer el cambio y porque no acreditó que el cambio sea un “grave menoscabo de sus garantías que ameriten la intervención del juez constitucional”.
Al final del fallo, el magistrado De Rutén argumentó que “el nombre del suplicante, si bien es ciertamente inusual, no tiene la inequívoca connotación femenina que en la solicitud de amparo se le atribuye”.
Los otros arrepentidos
Los altos tribunales se han enfrentado en varias ocasiones a estas peticiones. En la Corte Constitucional se conocen este tipo de solicitudes desde el 2008, de personas que han tutelado para cambiarse su nombre por segunda vez y solicitan a los magistrados que le ordenen a la Registraduría Nacional que les devuelva su identidad y, prácticamente, sus vidas.
Uno de los casos es el de un hombre que creyó tener definido que era mujer y por eso cambió de nombre y se hizo varios tratamientos hormonales para ello. Sin embargo, le contó a la Corte que se dedicó a la prostitución y a “la degradación personal” que lo llevó a la reflexión. “Decidí dejar atrás todo y empezar a soñar con tener una esposa con quien pudiera compartir el resto de mis días e, igualmente, poder tener hijos y poder sostener un hogar con un trabajo digno”, argumentó.
Otra petición de un arrepentido se registró el año pasado, cuando un hombre decidió cambiarse el nombre en el 2007 porque“deseaba ajustarlo a su identidad religiosa”. No obstante, cuatro años después inició un proceso para transformase como mujer. “Sentí que mi sexo no correspondía a la construcción de identidad de género que deseaba”, dijo.
Esta persona le certificó a la Corte que ya llevaba un tratamiento de hormonización, mamoplastia y extirpación de los testículos. Sin embargo, la Notaría le negó la posibilidad de un cambio debido a que, tal como lo argumenta la Registraduría, solo se puede una sola vez.
También, en el 2012 se registró otro proceso, el de un joven que fue llamado Sergio, pero, cuando llegó a los 18 años, se cambió de nombre por Julián. Sin embargo, después se convirtió en transgenerista (se cambió de sexo), por lo que solicitó a la Registraduría que le cambiara el nombre por Juana, algo que fue negado por la misma razón.
Para estas tres personas, la Corte Constitucional se ha convertido en la tabla de salvación. Sin embargo, en los fallos ha aclarado que son casos excepcionales en los “que la aplicación inflexible de la restricción legal compromete el plan de vida de una persona que ha tomado medidas incluso de carácter quirúrgico para conseguir una determinada identidad”.
Ahora, Venusedanas Artemissund Eonaclaires Titaniamoon espera que su caso corra con la misma suerte. La tutela negada por la Corte Suprema ya fue escogida por una sala de revisión de la tribunal constitucional y se espera un nuevo pronunciamiento del tribunal por este polémico tema.
ANDRÉS GARIBELLO
REDACCIÓN ELTIEMPO.COM
La Registraduría Nacional preparó para el cierre del 2014 un informe especial de los nombres y apellidos más curiosos y comunes que se registraron en el año en las distintas regiones del país, en el cual se encuentra de todo un poco.
Por ejemplo uno de los nombres más escogidos se dio por el jugador James Rodríguez, quien gracias a su popularidad dio paso a nombres como James Daniel, James Jampier, James David, Jhon James o James de Jesús.
El reporte señala que también fueron comunes los nombres de José Néstor, por el técnico Pekerman; Mario Alberto, por el defensa Yepes, o Farid, por el retirado arquero Mondragón.
El boom de los nombres de los deportistas no sólo se quedaron en los futbolistas, también la bicicrocista Mariana Pajón fue inspiración en al menos 8.100 veces para que los papás llamaran así a sus hijas. Igual situación fue con Katherine Ibarguen, nombre usado en al menos 500 veces. Los nombres de los ciclistas Rigoberto y Nairo, por Urán y Quintana, lo emplearon en al menos 156 veces.
Otros padres al registrar a sus hijos rindieron homenaje al fallecido premio noble de literatura Gabriel García Márquez, el cual fue usado por lo menos 2.600 veces.
El reporte de la Registraduría además señala que los nombres de los futbolistas internacionales Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, igualmente ayudaron a los padres a registrar a sus hijos en 69 y 43 ocasiones respectivamente.
Entre los nombres más comunes usadas en niñas en 2014 estuvieron Shakira, Isabela, Mariana, Luciana, Salomé y María José.
También se reportó un top de nombres sencillos y exóticos, como por ejemplo Sharasared, Iscel, Jermayori, Jhaydider, Seykunawia. En nombres compuestos están Amy Rhousse, Akemy Luu, Hanny Zater y Lexi Mar.
Igualmente se vieron nombres con muchos caracteres, como por ejemplo Earlyn Daniela Ales Sandra, Germayannys de los Ángeles, Juana Valentina de Aranzazu, María Dorila Concepción.
Los nombres compuestos masculinos son Juan José, Juan David, Samuel David, Jesús David, Miguel Ángel, Juan Sebatián, Samuel Alejandro, Luis Angel y José Luis. Entre los más curiosos estuvieron Deivi Jean, Derek Joa, Dilan Jael, Elkin Yais, Elyn Romeo, Euro Jesús, Ever Habiu, Evis Arvey Ewin Yesid.
En el grupo de apellidos curiosos registrados en el 2014 en Colombia estuvieron Ajeeb, Urbino, Klemmensen, Suhaychara, Tallefero, Zafirekudo, Domeneghini, Doqueresama, Guaciricama, Guambuguete, Pichilengue, Llactacondor y Axyerchimana.
Entre tanto los apellidos más comunes en el país siguen siendo Rodríguez, Martínez, Uriana, Mosquera, Pérez, Cortés y Muñoz.
Finalmente por departamentos el apellido más común es Valle, Valencia; Antioquia, Gómez; Santander, Rodríguez, Norte de Santander, Rodríguez; Bolívar, Martínez; Tolima, Rodríguez; Caldas, García, Risaralda, Ramírez; Bogotá y Cundinamarca Rodríguez; Risaralda, Ramírez; Magdalena, Martínez; Atlántico, Rodríguez; Sucre, Pérez; Córdoba, Martínez; Amazonas, Ramos; Putumayo, López y Nariño, Cortés, entre otras regiones.
En Colombia hay 36.856 apellidos sin tocayo
36.853 ciudadanos llevan apellidos que también están en este selecto grupo, ya que su apellido no lo comparten con ningún otro colombiano.
Los apellidos, a diferencia de los nombres, no son elegidos por los padres para sus hijos, no se escogen, ni son provenientes de la imaginación, sino que son heredados, el primero por el padre y el segundo por la madre.
Naipe, Rabo, Quezado, Balladalez, Chuquiguara, Doronosoro,Caleffi, Balladalez, Letamo, Maass y Henos, son algunos de los apellidos en Colombia que conforman la lista de apellidos “sin tocayo”, es decir, apellidos curiosos, de origen extranjero, que en Colombia tienen un único portador. |
Algunos de los apellidos sin tocayo pertenecen a grupos de
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Datos a 19 de octubre de 2010. Información suministrada por la Gerencia de
Informática
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